Soy de aquellos
que visten casco, botas y cotona.
Soy, de los que en esta tierra mía,
pagan para servir.
Vivo entre aquellos que, a veces,
en raudos corceles rojos,
atraviesan lo moderno,
cual caballeros de cuentos
corriendo en pos de un dragón.
Soy de los que en la noche,
poco antes de madrugar,
rompe el sueño y burla sombras,
para asistir al hermano
que nunca conocerá.
Vivo entre los que al miedo
doblegamos con saber
y hemos hecho al sacrificio
una forma de deber.
Yo soy de aquellos que confían
que Dios nos guía a vencer.
Vivo entre aquellos que cambian;
calor de hogar por tormenta,
fiesta por lluvia fría,
descanso por duro esfuerzo,
comida y cama caliente
por fuego y llanto de gente.
Soy de los que a la muerte
han visto en una mirada.
Soy de los que se acercan
cuando todos han de huir,
o que ha llorado en silencio
por quien no pudo vivir.
Unas veces insultado, agredido o ignorado,
soy de los que soportan
estoicos la incomprensión,
de este ideal que se acuña
con fuego en el corazón
y que impulsa nuestras vidas
a tan dura vocación.
Soy de aquel grupo selecto,
de hermanos y camaradas
que forman una legión,
nuestros estandartes llaman
al servicio por amor
y no llevamos mas armas
que valor y abnegación.
En esta vida que sigo,
he sido héroe de niños,
ángel de alguna mujer,
o el amigo de aquel hombre
que alguna vez ayude.
Me han llamado caballero,
soldado de paz, chico bueno;
mas de todos esos nombres,
yo prefiero simplemente,
que tú me llames Bombero.