Ya muy entrada la noche se escucharon unos pasos, entraste a la alcoba,con paso lento te acomodaste en la cama, hablabas, cerré los ojos, sentí delicadas caricias en los tobillos, las piernas, por mi abdomen, besaste suavemente todo mi cuerpo, saboreamos los besos más dulces e intensos que perdimos el aliento. Me provocaste las más bellas sensaciones, no resistí más y volqué todas mis pasiones, y a punto de terminar, se asomarón los primeros rayos de sol por la ventana...sonó el despertador.
D.R. 66ARCOIRIS