Te vi llegar caminando Como el alba, preñada de flores. Recuerdo, de albero la alfombra de tus pasos Como la marea a sus branquias de arena La sed insaciada de mis labios No supe si andabas o me querías muerto Vestida con el tic-tac perfecto, De un reloj de péndulos. Recuerdo, el badajo mudo de tus caderas Llamando a purgatorio, contoneando el mundo Recuerdo, hasta el velo de tu sombra De encajes negros, de víbora amaestrada Recuerdo, la marea viva ... La rompiente y sus barcas al galope, La brisa del sur refrescando mi fuego. La primavera repentina de tu belleza.