Cierra la puerta al ayer,
es sólo un momento en el tiempo,
vive el ahora intensamente,
sonríe, no te dejes dominar por la tristeza,
ni por el miedo,
no permitas que te hieles
en un molde donde el angustiante frio
te congelará los sueños
y la alegría y la esperanza
y las ganas de vivir y de amar
y de luchar.
Conserva lo bello del ayer
y eternízalo en tu corazón,
pero no permitas que tu barca sucumbe
en el mar del desaliento
ni de la soledad,
la vida comienza cada día,
cada instante,
cada nuevo amanecer,
tu eres responsable de tu propia felicidad
y con ella podrás navegar,
aunque el naufragio te haya acechado,
continuar es una orden
de valiente mandato hacia el mañana,
hacia tu propio mañana,
hacia ti mismo,
hacia tu propia felicidad,
mira hacia el ayer y sonríe,
poco a poco el dolor ira mermando
y la alegría ha de reinar,
si te empeñas en encontrarla.