Me enamoré de un momento,
una escena fija,
la utopía del tiempo inmóvil.
Tengo este amor a la imagen estática
que se ha perdido con el avance de los días.
Mira como me quema.
Me toma en la pose de mi descanso
y siento como llena mis lagrimales,
y después la veo y ya no la amo,
pero aun la amo, sin amarla tanto.
No me muevo y la imagen sí.
Pierdo tanto amor mientras gana tiempo,
y la imagen gana encanto mientras yo la pierdo.
Y yo la veo, y es hermosa, y la amo tanto,
pero no es tan hermosa y no la amo tanto.