Maello, 16 de Noviembre de 2013
DISFRUTA
Y con las manos halagas el afecto,
con mimos llenos de ferviente apego,
como si fuera el instrumento favorito,
totalmente afinado y bien definido,
como el objeto más delicado y amado
como si fuera el juego perfecto y liviano,
del baile voluptuoso que hemos buscado
para llegar a la verdadera culminación
de una felicidad latente que has guardado
en el interior de la calma instruida
por el maestro del excelente arpegio ejecutado,
en la canción de la delicada melodía.
que un día fue tuya y mía, ¡Disfruta!
de los sublimes acordes que ha prestado,
de la evaluación de sentimientos encontrados
de las emociones que juntos hemos hallado,
en el juego etéreo que ambos hemos provocado,
subyaciendo de lo más ínfimo, de lo desafiado,
Wicttor