Alma,
tiza y
pizarrón.
Lecciones,
trabajos,
deberes,
explicaciones.
Preguntas,
respuestas amables,
cariño y corazón.
!Tú profesor!
que tallas el conocimiento
con el cincel del amor,
amado eres.
Recordado,
!siempre serás!
La satisfacción del deber cumplido,
llena cada esquina de tu alma límpida.
El amor brindado por ellos,
inunda la charca de tu corazón alado.
La filosofía de la vida,
hilvanada con hilos de oro
en sus corazones está.
¡Sé feliz Maestro!
Guísela Montoya
Lluvia Tropical
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