Este rostro de felicidad
lo considero un rostro
de Fe, de alegría,
al iniciar éste,
un nuevo año...
en mi vida y en la tuya.
Personalmente rogaba
para que el año pasado
desaparezca, se fuese,
huyese de mi existencia...
Porque viví muchos
momentos amargos...
Los años no siempre
vienen acompañados
de hermosos colores,
no son como las flores...
Es una resignación interior
que debo aceptar.
Tal vez a ti te suceda
lo mismo, pero tu vida
es tuya, como la mía...
me pertenece,
y cada uno tiene
su propia existencia.
Hay momentos que
se comparten,
y otros, en los que
me guardo solo para mí,
sobre todo, en los que
he tenido que padecer...
instantes de angustia,
temor, precaución,
resignación, tolerancia,
aceptación de padecimientos
de salud de seres amados
a los que he tenido
que acompañar, con entereza,
fortaleza, y una férrea voluntad...
Liberar mi mente,
cerrar los ojos,
y pedir rezando
a mi Padre Eterno Celestial ,
me ayude aceptar
la realidad de los acontecimientos
imprevistos que la vida depara...
Tomar un rosario,
palpar sus cuentas
y rezarlas...sintiendo
cada palabra, con toda mi alma...
Por mi familia,
mis hermanos,
mis amigos...
En estos primeros minutos
del año, brindo para que
este año nuevo, supere
en felicidad, trabajo,
paz, amor, salud, comprensión,
amistad y fidelidad
de sentimientos
entre ser y ser.
¡Si Dios pudiese
acompañarme siempre
como hasta hoy,
en mis buenas intenciones!
Confío y tengo Fe en Él,
no dudo de su amor,
solo que a veces
mi constancia desaparece,
se debilita.
Es como si no tuviese fuerzas...
pero renace nuevamente
éste, mi gran amor
por nuestro Creador,
y convierte a mi alma
y corazón, en dos
invencibles fortalezas.
Tú que me miras,
que me observas,
mi brindis es
para compartir
toda la felicidad
y deseos de un
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 14/01/2014)