Estoy discorde con mi vida…
Porque está llena de recuerdos que cómo marcas de agua se quedan visibles en las hojas que escribo todos los días…
Porque me quedé en el colegio, esperando que sea viernes para salir de parranda con los locos del parque…
Porque sueño con la casa vieja de mi media naranja, con sus olores, sus oscuridades, sus vibras, sus cuartos secretos ahora hechos trizas por el sistema…
Porque sufro por el frío de una ciudad que me destrozó para volverse tapias de la historia de mi fortaleza reconstruida…
Porque formo mi familia en los pilares más absurdos de los valores, ahogada en situaciones de resentidos rencores…
Porque perdí amigas encontradas en algún lugar del cuarto piso, mugroso, desordenado, lleno de magia y buenos momentos…
Porque me aturde una guitarra y un violín que ya no existen pero vagan día a día por los pasillos de mi rutina...
Porque no hay papá para mi hermosa niña monita…
Porque veo cómo ven las noticias a la hora del almuerzo y tragan sin que los asesinatos ni la podredumbre del mundo les impida digerir su comida…
Porque ando con el espíritu roído, probando lo mundano en todo lo que se parezca a mi pasado.