¿Y qué si te quise...?
¿y qué si te quiero?,
¡los suicidas eligen
siempre su veneno!
No mereces la pena,
eso es muy cierto,
pero cuando digo: -“¡Quiero!”,
no me importa el precio.
Siempre pagué caro
para dar amor...
¡nada! si me amaron...
pero ¡qué sabor
tan dulce el de dar...!
Y, si enamorado me tienes,
te digo de nuevo:
Es porque lo quiero,
¡y por nada más!