Oh mujer femenina!
Oh rosa de la creación
que tiernamente camina!
como no exaltarte
en la oración
que dirijo hoy a Dios...
Tus muslos blancos
y tus ojos francos
apetesen mi desesperada
anciedad de encontrarte
desnuda... Desnuda
sobre mis brazos
que aun te esperan
en todo cazo.
tus colina blancas
puras renacientes;
tus fertil pubis de la vida;
Tu mente, que torturo
mis manos sufrientes;
Tu boca, que murmuro
de mis lagrimas unidas...
Tu cuerpo... Cuerpo
que hizo al crepúsculo
crepúscular minúsculo...