Estoy vinculado al rayo
cuando abre su silencio
al rasgo primitivo de toda madera en tormenta
al latido derramado nervioso del agua
al sentido perdido de la lluvia
Madre lluvia
Madre lluvia con tus músicos de asombro
Tú la de los ríos fijados a los astros
Mis brazos sostienen lienzos como paraguas
pero siempre un juramento
una torpe firmeza
nos salva de hablar en lugar de la lluvia
Diagramo una isla
la coloco a mi guitarra
en ella encierro el llamado de mi Eurídice
y su murmullo de aguacero
Una vez enfrentada la lluvia
olvidamos el poema que dejamos de escribir