No quiero cuando muera estar sola,
reclinada quiero estar en tu regazo,
sintiendo en un momento tan obscuro,
el calor y la ternura de tu abrazo.
No quiero cuando muera estar sola,
que mi última palabra sea te amo,
mis ojos al cerrarse lleven presa,
la imagen de mi cuerpo entre tus brazos.
No quiero cuando muera estar sola,
que mi último aliento este en tu boca,
con un beso de miel me endulce el alma,
y llevarme entre los dientes tu aroma.
No quiero cuando muera estar sola,
el sepulcro es un lugar oscuro y frío,
por eso quiero tu calor en esa hora,
y así cálido será el camino.
No quiero cuando muera estar sola,
quiero presto escuches mis palabras,
pues serán para ti mis oraciones,
que al padre eleve en esa hora.
No quiero cuando muera estar sola,
necesito recordarte mi esperanza,
cuando Cristo regrese y me despierte,
tu rostro ver mi amado en dulce calma.
No quiero cuando muera estar sola,
aunque se la muerte es un descanso,
en el cual se esconden los mortales,
esperando de Jesús aquel llamado.
No quiero cuando muera estar sola,
ni que lloren o sufran mi partida,
mi vida a sido intensa y placentera,
entre cantos deseo mi despedida.
No quiero cuando muera estar sola,
me gusta hablar a todos del amor,
no deseo llevarme ni una gota
es la herencia que les deja mí razón.
No quiero cuando muera estar sola,
te lo pido, lo suplico mi Señor,
dame el placer que mis palabras,
se apaguen hablando de tu amor.