Una chapa roja.
En su interior, un muñeco
me está mirando,
mientras escribo estos versos en su comienzo.
Estoy solo, aquí, en mi bar.
Ya, todo el mundo se fue.
Como siempre...
Observo todo, comienzo a pensar
-ya que no tengo Internet-.
He jugado unas partidas a los dardos y
¡He ganado!
He comido unas tapillas
de un bocadillo, -pagado-.
Ella, se marchó a su cuarto,sola.
Mira una película.
Yo escribo en estas hojas,
lo que mi mente me dicta.
A mi alrededor, quietas,
todas las fotos me miran.
Las botellas de mi bar,
observan... Inmóviles y fijas.
El *muñeco de la chapa,
con una jarra en la mano,
parece que me invitara
a que yo, bebiera algo.
Con la mano que no escribo,
me la llevo a la cabeza. Me arrasco...
Mientras salen, estas letras que andan sueltas.
Las voy uniendo...,
a su vez, formando versos
sobre este blanco papel,
que negro lo estoy volviendo.
Sigo, sigo... ¡No paro!
Escribo, no sé ...¿Por qué?
¿Un poema? ¿Una prosa? ¿Versos, rimas?
¡Yo que sé!
Ya he rellenado tres hojas con todo lo que escribí.
No sé, si valdrá la pena,
el tiempo que ahora perdí...
8 de abril de 2011 a las 3:47 h
(Ermanué)
*Chapa de la cerveza Cruzcampo.