Hay un vecino
al lado de mi casa
que tiene un perro fino
que siempre ladra.
Ladra en las mañanas
en tardes y noches
parece una campana
de esas de bronce.
De bronce es la campana
de la catedral
que es bien tocada
por el capellán.
Ese capellán
que se ve tan serio
usa de guardián
a un inmenso perro.
Ese perro guardián
de agudos colmillos
es del capellán,
que es mi vecino.
El capellán sin creerlo
me aturde con ganas
si no es con el perro
es con la campana.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el número 55620114
Maracaibo, Venezuela.