¡Qué bello luce el clavel
Que cuidé con tanto amor
Para que fuera la flor
Más preciosa del vergel!
Para que en tu cabellera
Que se mueve con el viento
Cabalgue el clavel, portento,
Y su belleza no muera.
Flor de un día no será
Porque en él la eternidad
En rocío transformada
Luenga vida le dará.
Es amor la inmensidad
En ternura desmayada.