Trigueña con ojos de otoños
destellos de luna,
dulces como la miel
quitasueños de aquellos que tanto te ven...
De piel al sol dorada,
con curvas talladas
provocas con tu andar
mi locura y deseo de amar...
Tus cabellos lacios al viento
te envuelven en misterio
seduciendo al alma
embriagando con tu aroma de dama...
Si solo pudiera manejar el tiempo,
como ordenando el destino,
sería quién revele los secretos
que encierra tu inquieto corazón...
Niña caprichosa y altanera
daría lo que fuera
por enlazar tu cintura,
domar tu reveldía
y coronarte mujer...
Cruzaste mi camino a destiempo
ingrato espejo de la vida,
tenerte tan cerca y verte tan lejos,
soñarte y despertar con el dolor
de saberte inalcansable...
Tú eres hoy y siempre mi espiga en flor
y yo un junco viejo...muerto de amor...clamando tu amor...
ESMERALDA