18 – La Locura
Busca la locura su cordura en la manera
de expresar tu propia realidad,
sin barreras, sin fronteras que atravesar,
sin estar de acuerdo con los demás,
verdad que emana de la tierra
de tu propia identidad.
¡Quiero ser locura!, ¡locura de verdad!,
insultar su nombre a gritos sin sufrir su enemistad,
detener mi lucha interna de aquí y allá,
de saber que en ella soy un todo, sin maldad,
subir peldaño a peldaño,
o tramo a tramo, por saltar,
la escalera de la vida,
la que al final te da la eternidad.
Me encanta por ser loco no pensar,
o por loco, pensar más, que importa,
soy vivencia de mí estar,
instalado en la locura
para los que están cuerdos en su indignidad,
los que matan por robar,
los que aniquilan por mandar,
los que no pueden superar su ansiedad,
por no ser lo que quieren en verdad.
Escribiré palabras que no entienda nadie más,
que ni yo comprenda porque están,
que sean gritos para sorderas
y silencios para recitados poetas,
músicas encantadas para almas recicladas,
perdidas de humanidad.
Que bien, ¡me podré equivocar!,
porque estoy loco para ellos y nadie me regañara,
porque aunque hable, no me entenderán,
no por falta de idioma,
sino porque sus entenderás,
no les da para más,
que gozada el hogar de mi locura,
que placer la locura de mi hogar,
pues habéis de saber que me puedo equivocar,
y nadie me regañara.
Puedo acabar esta homilía,
algunos, poema o elegía dirán,
otros en su cordura, ni lo comprenderán,
los de un poquito más allá,
harán análisis para criticar,
habrán, los que critican sin analizar,
solo por criticar,
y yo en mi locura, ¡lo acabo porque me da!,
si bien lo puedo continuar….
de hecho,
sigue conmigo aunque no le quiera hablar,
no le pongo más palabras,
no quiero perder su amistad,
cualquier día nos volvemos a encontrar
y me deleitaría que me amara….,
por ser loco nada más.