El ómnibus se desliza velozmente,
aumentando la distancia
que separa nuestros cuerpos,
en la ruta en que viajo normalmente,
para ir a la ciudad en que trabajo;
es de noche y comienza
una llovizna de repente.
Ayer estuve contigo y pude amarte,
fui todo lo más tierno que pude ser
y lo más ardiente... hasta agotarte;
no sé si alguna vez tuviste algún amante,
que aguantara lo que yo y sin cansarse
te esperase...
dándote y dándote... hasta saciarte.
A medida que la lluvia fina
empaña los cristales,
con las gotas que sumadas se deslizan
en tortuosos vericuetos; fantasmales,
las luces que se cruzan aparecen,
y en mi mente, tu recuerdo que se mece,
sugestiva hipnosis me produce.
El compás del ingenio que limpiando
bate, rítmicamente, el parabrisas,
me obliga al forcejeo que no deja
mi vista fija... y el movimiento
se entrelaza en mi memoria y pareciera
que te tengo entre mis brazos en la cama,
y ayer y ahora un solo momento fuera...
y me arden los labios...
¡y las manos me queman!
Y... casi sin darme cuenta,
me paso la mano entre las piernas...
y veo tus ojos en tu mirada más tierna.
Un inesperado bache obliga al chofer
a un brusco movimiento lateral,
y entonces cambian mis pensamientos
y reacciono, apercibiéndome
de lo que estoy haciendo...
y por un rato me contengo.
Después de la curva, otra vez el silencio
... y el siempre igual avance
que me va paulatinamente adormeciendo...
Tu figura se dibuja nuevamente
y puedo verte, casi desnuda,
dando vueltas, de repente,
a mi alrededor...
como un baile que hicieras
al compás del ruido del motor.
Estás viajando conmigo...
lo quiera o no lo quiera...
¡claro que yo lo quisiera!
Oh, si pudiera...
si tú accedieras a ser mi compañera
y no tener esta incompleta relación
de \"más que amigos\"...
¡Qué fuerte y cómo duele
la pasión que a ti me lleva
... una y otra vez,
que mi voluntad doblega
obedeciendo tus caprichos
y haciendo... lo que tú quieras,
pretendiendo sólo no perderte
y tenerte como sea!
Ahora mi mano quedó quieta,
pero está donde no debe...
es que así me ilusiono en la penumbra
... y a mi lado creo que vas,
y hasta te siento...
pues mi mano, tu mano se parece,
haciéndome lo que, tan sólo ayer,
me hizo tantas veces.
Y te toco y me tocas en mi mente,
muy, pero muy lentamente...
¡y estás allí, ahora, en realidad...!
y un pellizco te doy, para creerlo,
y dices ¡Ay!, muy sensualmente;
y nos damos un beso pasional,
pasando a caricias más valientes...
y mi boca te recorre ¡toda entera!
y en cualquier parte de mi cuerpo
me sorprendes ¡clavándome tus dientes!...
Todo se volvió tangible y real,
tu piel rosada...
el brillo espectacular de tu mirada...
y tu feliz y sonora carcajada,
mi voz pesada y fuerte
te requiere y te provoca,
mientras despojo a tu cuerpo
del último resto de su ropa.
Y te penetro... despacio... suavemente...
¡tratando de hacer que desesperes!
...Y volvemos a vivir y a hacer
exactamente todo lo que ayer
pudimos conseguir: ¡nuestro placer!
Mas, de repente,
en un nuevo movimiento inesperado
me despierto y tristemente
me doy cuenta...
¡que mi pantalón está mojado
y vacía la butaca a mi lado!
Mientras llueve, ahora, con más fuerza
y comienza a hacer frío,
mas no tanto...
y encienden la calefacción
en el coche en que voy viajando,
desde la ciudad en donde vives,
hacia en la que tengo mi trabajo...