No hay poema que no cuente una historia así como una canción,
no hay un anochecer que no se lleve la luz del día agitado ,
no hay amanecer que no traiga consigo la alegría de vivir y luchar...
No hay río que no murmure con su lamento lo que arrastra en el,
pues sabe que se lleva recuerdos de lo que vio en su derrotero
por valles , prados , cerros y montañas que le cedieron el paso...
Se llevo los reflejos de los enamorados con su beso juvenil y sediento,
también lagrimas que cayeran en su cauce lento llevándose alegrías
pues las ausencias duelen y el abandono desamorado también...
Los amores desamparados son los primeros en claudicar y alejarse
a veces tentados por distintos cantos que atraen con trino bello ,
otras por vientos fríos que te alejan del lugar otrora tibio y sencillo...
Las historias comienzan con intensas pasiones que arrollan a la mente,
para anidar en el corazón sensible y crédulo que anhela amor y paz
que el tiempo se encarga de cambiar su inocencia por prudencia y recelo...
La edad madura pinta de distintos colores los amaneceres y las noches azules
donde empezamos a disfrutar de esa calma que brinda el vaso medio vacío
para paladear el resto de su contenido mirando el cielo con sus estrellas adoradas...
Del poeta de carton un 17/1/14..