Me amaré a mí mismo,
con el tiempo llegaras a mi vida
y bajo la sombra fundida tu alma se unirá con la mía,
donde te encuentras mujer que suplica,
hazte a mi encuentro amor y alegría,
eres la rosa que cura mi herida,
eres la lagrima que cae de mi pupila,
mi salvación mi mejor medicina,
la inigualable tú la elegida.