Es en la juventud la rebeldía,
manifestación de desavenencia,
su mal carácter hace presencia,
buscando en si...¡soberanía!.
Nosotros tambien, eso pasamos,
nos queríamos comer el mundo,
y nuestro fracaso rotundo,
ya como padres lo contamos.
Soñabamos vivir sin regaños
y nos enfrentábamos a los viejos,
queriamos vivir de ellos...lejos
¡al rato llegaban los desengaños!.
Hoy, ya estamos en la otra orilla,
y nuestros hijos hacen lo mismo,
y no se necesita ningún sofismo
para reconocer...¡su rebeldía!.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MEXICO, Ene.18/14