Mi vida,
fuiste el aliento con el que despertaba
fuiste la luz que mi camino guiaba
fuiste el veneno en mi frío corazón,
fuiste el aire que alguna vez respiré,
la corriente en mis lágrimas,
la sombra de mis noches,
la sumisa esencia de mis pensamientos,
encantadora magia en mis sensaciones,
el exacto centro de mis emociones,
fuiste el alto clímax de mis sentimientos.
Fuiste la enorme sonrisa de mi mente
y la frígida frialdad de mi mirada.
Fuiste todo, todo, todo para mí.
y no, no me importa cuan lejos estés,
te amé con locura,
te amé sin medida
y mucho... mucho mas que a mi propia vida.