Dime que tienen tus ojos,
que no los dejo de ver.
¿Acaso un océano inmenso?
¿O un terroncito de miel?
Pues me fundo en tu mirada,
y el reflejo puedo ver,
de tu alma enamorada,
con que dibujas mi piel.
Son tus pupilas estrellas,
que iluminan este cielo,
con tu mirada me hechizas,
y me elevas desde el suelo.
Dime que tienen tus ojos,
que me penetran el alma,
y siento que me derrito,
con tan solo una mirada.
Tus ojitos son tan dulces,
como agua cristalina,
que me invitan a mirarlos,
pero luego me hipnotizan.
¿Acaso son dos espejos?
Donde reflejas la calma,
alejándome del mundo,
buscándome en tu mirada.