1492
Tres Marías y tres cruces
Un día en el horizonte
Donde se acaba el monte
Donde cae el sol de bruces
Y se iluminan las luces
Llegan barbudos y hambrientos
Unos cuantos harapientos
Ansiosos buscando el oro
Causando un gran azoro
¿Quiénes eran los sedientos?
Eran de reinos lejanos
Contaba la profecía
Que llegarían un día
Con espadas en las manos
Saliendo del mar ufanos
Imponiendo su dios y ley
Que transportaban de su rey
Para asesinar y robar
Y luego llamar conquistar
Triste día para el maguey.
Cinco siglos en capilla
Y quieren que festejemos
La matanza y cantemos
A su dios de pacotilla
Sentados en una silla
Pero decimos ya basta
Y levantamos el asta
Liberada de banderas
Junto a nuestras compañeras
Talaremos vuestra casta.