¿Es tanto pedir un poco de suerte?
simplemente pedir que tu suerte
cambie a mejor por pura excelencia,
que otros valoren tu esfuerzo
y te seleccionen entre los que se sacrifican
por llegar a la meta de esa cima
y que nunca se deshacen
del amargo y despiadado dolor.
¿Es tanto pedir que cambien
los rincones de esas oscuras calles?
pedir que haya quien
se interese por tenderte la mano,
y que un abrazo un beso sea la llave de la felicidad.
Que no existan aquellos que sólo se limitan
a proporcionarte más dolor de lo que ya bastante gozas.
Que haya quién se comprometa a protegerte
pero que no se vaya cuando llegue la violenta tormenta.
Todo viene y se va con tiempo mal ajustado
pero ¿ quedará quien se interese por secarte
las lásgrimas en los días de llanto y de tanto arrepentimiento?