Libro mis huellas
en el manto malva de la tarde
y mis venas
aún saltan entre las sábanas
de la noche que se espesa.
Oigo los gritos de la muerte.
Sus garras acallan tu garganta
y un aletear de jilguero se desplaza
por la montaña del dolor que riega tu canto.
Oigo las risas de la muerte.
Ayes recorren los páramos de mi mente
La soledad y sus estribaciones
cubren mi renuncia forzada. Mientras,
percibo los ecos de tu muerte.
Melba Reyes A. 27-11-13