Miro mi mano
en su innecesaria evolución
y no veo mas que
la prolongación del tiempo diminuto
¿quien necesita
la mísera sombra
de un mísero dedo
para evocar lo perdido?
Índice solitario
que sin el pulgar
ni siquiera servirías de mucho,
solo el gesto adusto de la negación
o el de apuntar lo que no altera.
Miro mi mano
y me descubro grietas infinitas
sin embargo con ellas
persisto
y construyo mi mundo.