Tantas cosas
de ti aprendí...
y doy gracias a Dios
por tenerte en mi vida.
Serenidad, paciencia, alivio...
Cómo has transformado mi personalidad...
con tan solo rozar tu piel
siento calma.
En todo mi ser...
de ti aprendí
a mirar con amor
todo lo que me rodea.
El buen y sentido amor,
siempre favorece,
enaltece todo
lo que observo,
hasta lo inobservable,
lo desfavorable,
lo horrendo,
las tremendas visiones
de la vida.
El haber aprendido de ti,
es una compensación
a mi existir...
un regalo que tú me haces...
y que yo recibo
con todo el agradecimiento
de mi corazón enamorado...
DFerechos reservados de autor( Hugo Emilio Ocanto - 20/01/2014)