Sentado en la nube de mis deseos
acompañando el tiempo con cebo y sedal.
Una tormenta se cierne en mente.
Y el alba aparece
Y con él los peces.
Migas y gusanos son el anzuelo
que danzando en el agua atrapan;
parece ser su único anhelo.
Sentado en la nube de mis recuerdos
desamparados entre el tiempo y el mar.
Repta suavemente la serpiente.
Y el veneno la carne endurece
y el cuerpo marchito languidece.
Peces y gusanos son el almuerzo
y no danzan ya, ni en mi orilla saltan;
perece el ser en el hedor a muerto.