Como pasa la vida y ni cuenta nos damos,
De repente el espejo nos muestra la verdad,
Nos mira fijamente y cuántas, cuántas cosas
Nos dice, recordamos nuestra realidad;
Y resignadamente vemos como la vida
Se nos ha ido veloz, entre dichas, tristezas
Las breves esperanzas y la cruel decepción;
Entre sonrisas, llantos, las vanas sutilezas
Que nos deja el recuerdo o futuro porvenir;
Sean los hijos, nietos, la fatua ilusión
De un amor del ocaso, oasis del desierto,
Que engaña los sentidos y quiebra el corazón…