Dulce miel que mis labios buscan,
palabras en la noche escritas,
tentación que vive arriba
soplo que a mi vida aviva.
Corazón aún no encendido,
Miedo de perderte que me roe las entrañas,
sin poder siquiera besarte,
de decirte adiós,
sin haber llegado a amarte.
Princesa de un cuento de hadas,
adorable y complicada,
el sol acaricia tu cara,
y yo espero paciente mi turno,
quizás, tal vez mañana.
Somos dos gotas gemelas,
que comparten su agua clara
que se afanan en buscarse
que temen que el sol las seque
sin haber mojado sus almas.
Dime corazón, quién añora tu sonrisa,
quién aguarda en tu ventana,
quién se muere por tus besos,
quién tiembla con solo tu mirada.
dime quién por ti se perdería,
quién acaricia tus noches,
quien te regala sus días,
Dime por qué no puedo ser yo tu almohada,
una gota de agua en tu garganta,
la luz que se infiltra en tu ventana
el suspiro que de tu voz se escapa
y temblar,
temblar, como una rama
al oírte entre susurros
que tu también me amas.