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El maestro y la Mente - III

Y dijo el maestro a sus discípulos: —Hay un pasaje en las Escrituras que habla sobre la sabiduría que alcanzó el Rey Salomón al intermediar el conflicto de dos mujeres que afirmaban que el hijo que había muerto no era el suyo, sino de la otra mujer, y cada cual afirmaba lo opuesto.

Entonces, preguntó el maestro: —conocéis ese pasaje?

—Sí! —afirmaron todos los discípulos al unísono.

—Pues bien! Qué podemos concluir de este pasaje? —preguntó el maestro.

—Que se hizo justicia. —respondió un discípulo.

—Que la verdad prevaleció. —respondió otro.

Y así cada uno fue apuntando su opinión más o menos acertada.

—Queridos discípulos —dijo el maestro— estáis bien encaminados, pero hay una verdad más profunda en éste pasaje:

«Neutralidad! Toda la naturaleza busca ese carácter. Pero qué significa ser neutro? Que tus acciones o juicios no son afectados por tus ideas o pensamientos personales, manteniendo el carácter de imparcialidad. No es ser pasivo o apático o que te resulte indiferente, es no dejarse afectar, es ser ecuánime. Al actuar desde esa condición, no se verá alterado. En química, si tienes ácidos o bases, al tratarles con un elemento neutro, el resultado es el mismo elemento original. El átomo —unidad básica de la materia— en si mismo se encuentra en equilibrio: es neutro. Se considera que la sangre humana es neutra, lugar donde consigue optimizar la conducción de oxigeno. El agua pura es neutra.

«Ahora bien, tú no eres tu cuerpo o tu mente —que son el vehículo que usas—: tú eres el Observador. Eres el Yo interior que habita en ti. El estado original del observador es paz. El cuerpo capta informaciones, a través de los sentidos, y la mente quiere satisfacer a esos deseos. Tú, en tu estado de paz original, después de ese suceso, te vuelves intranquilo, alterado. Cuando te permitas ser solamente ese Observador, serás neutro —cualquier cosa que pase no te alterará, seguirás en tu estado original: paz. El deber de la mente es desear, y tú como observador lo sabe, solo que no te involucras en ello.

«Recordad: La verdadera sabiduría solo se hará expresar cuando seas neutral.