Yo quisiera degustar
Un cafecito aromoso
En un lugar silencioso
Donde podamos hallar
El bálsamo de la dicha,
La paz que sumerge al alma
En una sublime calma
Y fulmina a la desdicha.
Quisiera, amor, que tal vez,
El café que nos tomemos
Sea en Quito o Bogotá,
Y un sabroso Juan Valdez
De su aroma disfrutemos.
Seguro te gustará.