De virtud preciada, mujer,
apropias la Tierra y el Edén.
Tuya belleza por naturaleza es vanidad;
la vanidad del hombre casual.
¿Pero por qué? ¿Por qué eres así?
Si un consejo ha de ser cierto,
si un consejo ha de servir:
-“Nunca te enamores de una mujer.
Deja que sean ellas quienes lo hagan de ti”-
-“Cuando de amores e ilusiones te hablen
borra la mente y seca tu labio”-
-“Porque trae sed
y endulza el dictamen”-