Arenita.

Romance de Lirio Blanco

Ya se te ha plantado una flor,

en un árido sentimiento

todo está negro y triste,

todo está triste y negro.

 

Dame tu agua, con un regalo,

quiero besarte y que beses,

mi flor de lirio blanco,

y que ella crezca y crece.

 

Todo se puede y lo hace,

va floreciendo su risa,

con éste amor de paso

en sus flores de brisa.

 

Donde haya agua que vive,

habrá en el suelo, entretanto

floreciendo sobre las penas

la flor del lirio blanco.

 

Hubo quien fuese la reina,

del fértil terreno blando,

de donde no nacen más flores,

tan sólo nace el lirio blanco.

 

Soportaría entonces, la lluvia,

también el viento abismal.

Dale un poco de tu agua,

desde tu boca cristal.

 

Donde viva tu boca roja,

vivirá igual entretanto,

con tus dos labios de hoja

la flor del lirio blanco.

 

¿Cómo mi vida, te miras?

y no ves con tus ojitos,

la gran dulzura en tu risa,

y tu presencia en mis gritos.

 

Donde consigas lo fértil,

de tu terreno blando,

irá creciendo en tu pecho,

la flor del lirio blanco.

 

Mi amor, yo te prometo,

que puedo amar éste amor;

como tú cuidas mis ojos,

para no ver yo el dolor.

 

Todo puedo yo darte,

lo que yo tengo, lo que tú quieras,

te puedo amar las molestias,

sin esperar a tus quejas.

 

Donde vivas tú, mi amada.

Ay de mí, se irá juntando,

con tu gran risa divina,

mi fiel amor, del lirio blanco.