Yo soy la flaca o regordeta,
la \"solterona\" entre treinticinco y cincuenta
que vive con un perro y un gato,
y cuida las mascotas del vecindario.
Yo tengo tres amigos del alma,
y cada uno de ellos me da un consejo
distinto para que de mi soltería salga,
como si fuera una peste que me afrenta.
Yo sueño con un hombre ideal que no sé si existe,
dicen las encuestas que soy muy exigente,
porque espero a uno que sea sincero,
que quiera más a una compañera, que a una modelo,
y es que tengo un corazón para estrenar,
que se da sin miedos a quien sabe amar.
Busco más que a un insulso Romeo,
que sólo quiera una noche pasional
quiero para mí un compañero
y así con él la vida transitar.
Tal vez entre tantos especímenes
aún exista el que se distinga
no por ser el más guapo,
ni con una famita de galán,
pero sí alguien real
que estremezca el piso debajo de mis pies.
Yo soy la \"solterona\",
a veces aburrida de verme coqueta,
otras tan solo cansada de la estúpida dieta,
y de ejercicios que alborotan mis varicosas,
todo para poder encajar en los estándares impuestos
por un grupito de niñas anoréxicas,
cuya profundidad de conciencia
es la de un charco que hizo la lluvia.
Soy feliz al verme sencilla y sin caretas
puedo disfrutar día a día mi libertad,
y estoy dispuesta a compartirla con alguien
que se quiera entregar de verdad,
de lo contrario puedo seguir adelante
sin cargos de conciencia y con paso firme.
Mis Sentimientos