Partes en partes desiguales por la decepción,
yo pensé en todos los adioses
sin la esperanza de la lluvia salvadora,
pensé en todos los actos y en todos los actores,
busqué la hebra que deshace todos esos carteles
y en la imposibilidad que nos da el espacio infinito.
Tus cabellos color chocolate fundiéndose en el paisaje,
el humo de un cigarrillo consumiéndose hasta el filtro.
No quise ser uno mas, ni siquiera uno menos,
pedí al ángel de la noche que no me leas,
que presientas ese rumor de las ciudades oxidadas
en el giro de las alas de un ventilador viejo,
desvencijando con su aire los pétalos de la flor mas hermosa,
solo así, después de un tiempo inconmensurable
descubrí a la mujer desecha.