Fuiste enamorada ingenua
que creyó en dulces palabras
sin sospechar ni siquiera
lo que en el fondo querían.
Fuiste tan fuerte y calmada
cuando las cosas no fueron
cuando te dieron la espalda
y te mataron el alma.
Me elegiste sin dudarlo
y solo yo te importé
sin importarte tu amado
tu vida en mi vida fue.
Sin culparme de tu suerte,
viviste solo por mi
y hacia Dios tu me llevaste,
para perdonar y amar.