Rosa Baladron Rodriguez

JUNTO AL RIN

Mudos se quedan

los labios, oh Rin

después de mirar

tu color triste y gris.

 

Tanta hermosura

jamás pude imaginar.

Entre valles,

montañas y curvas,

tus armoniosas

aguas profundas,

cuántas historias ocultan.

 

Pueblos tan bellos y antiguos,

como tus gloriosos castillos,

parecen salidos

de un mágico invento,

de un hermoso cuento.

 

Cosa igual jamás podrá,

regalar a mis ojos

tanta belleza.

Al contemplar tu misterio

siento emoción hasta llorar.

 

Mi alma reposa en paz,

ante tu serenidad.

Dentro de mi corazón estás;

somos el mismo espíritu unido

eternamente rejuvenecido.

 

Oh Rin, junto a ti,

después de contemplarte

yo me quisiera morir. Si,

quisiera cerrar los ojos

esta noche,

y sumergirme dentro de ti.