Aguaceros torrenciales,
rayos, truenos y centellas...
Mis ciclones tropicales,
mis tormentas pasajeras...
Soplan las ráfagas de vientos,
arrancando todas mis quimeras,
sacudiéndome los sentimientos,
haciendo estragos donde quiera...
El alma mía busca su refugio,
en mi DIOS siempre lo encuentra...
Su Ángel me canta un arrullo,
y poco a poco, pasa mi tormenta...
Cuando se calman los vientos
y me mejora el tiempo,
brillan a mis adentros
el sol, la luna y las estrellas.
Yo le doy gracias a mi DIOS
por esas calmas tan bellas,
detrás de mis tormentas
pasajeras...