Siempre hay razones
para seguir viviendo,
el marido, los hijos
y más tarde los nietos.
Cuando se tiene cierta edad
las cosas se ven de otra manera,
bajo el prismade la realidad
por muy dura que ésta sea.
Aprendes que las pequeñas cosas
son las que merecen la pena...
Seguir el vuelo de las mariposas,
contemplar la luna llena.
Siempre hay razones
que te harán feliz,
aprovecha las ocasiones
que se manifiestan ante ti.
Cualquier cosa es válida
valorándola en si misma,
una sonrisa, una mirada,
un pajarillo que del nido asoma.
Cuando algo te vaya mal,
cuando el dolor aflora,
mañana todo ello pasará
y seguirás tu vida habitual
sin rendirte ante la adversidad.
Y aunque en ocasiones
te sientas al borde del abismo
no te dejes llevar por falsos espejismos,
siempre tendrás suficientes razones
para seguir viviendo con ilusiones.
Fina