Me siento a la ventana
con la mirada perdida
me envuelve la nostalgia
tu ausencia quema, desmotiva
y entonces la remembranza llama
un rayo de luna se acerca
como obsequiando compañía
me siento tan solo…
y solo siento nada.
Que torpe la cama sola y fría
que absurdo el café
con aroma de tu olvido
me dueles ahora
y más aun a las 2 de la mañana
cuando el grillo canta
y no sé nada de tu sombra,
me dueles con esta cólera maldita
de saberte en lejanía
de buscar en las memorias
de la vida que ya no es mía.
Me dueles amor
porque en tu ausencia
hay un vacío que solo tu voz llena
porque ese espejo es tan directo
al decir que contigo lucia mejor
con la corbata arreglada
con el beso que llevaba puesto
todas las mañana antes del trabajo
porque contaba las horas
para volver a casa
donde me esperabas
con sopa caliente, un abrazo
y el amor de hogar...nuestro hogar.
Y ahora que no estas
y que te echo de menos
esta casa se convirtió en un laberinto
de polvo y muebles…
y el perro como yo
se ha vuelto insoportable
te extraño tanto
como esa tetera que ya no chilla
y no sé si acabe por entenderlo
o si acaso sientas pena por mí
y regreses con la vida que te has robado.