Siento como mi interior
Se abre de nuevo
Poco a poco se llena
De todo lo que soy
Que estaba escondido
En el centro de mi ser
No hay mayor liberación
Que la del alma
Escondida tras capas
Transparentes y frágiles,
La luz rosada ilumina
Este día de invierno
Y el corazón agradecido
Me hace sentir quien soy
En este camino sin retorno
Todo se sucede
Y la fe renace
De un pozo dormido
Y lleno de nada
La nada que lo llena
Casi todo
En un mundo
Ciego y sordo
La divina vida
Se hace sentir
Y nos despeja
las dudas
Que no son más
Que las heridas del alma