PAISANO
Cuando ajustes el cinturón principal de tu equipaje
cuando dispongas los enseres
que sumaran viejas memorias acechadas de tiempo
Cuando entregues
al nuevo huésped de tu habitación la llave de la puerta
advirtiéndole además sobre ese hábito particular
que heredan los objetos de su antiguos dueños
Cuando dejes la última avenida
y leas por vez final el letrero que demarca
lo que es tuyo y lo que no te pertenece
Piensa, paisano, que muchos otros
quisieron regresar y no pudieron.