Delirante calor, que no deja abrir mis 0jos,
cansancio apresa mis sentidos a su antojo,
Fijo la mirada en un punto infinito,,
arcoíris en retirada, Frente a mi sólo delirio .
alma empapada jadea en suspiros
Por la brisa que extraño, no siento ni respiro,
Intento volver de la mirada perdida para
observar la tarde de calor que me sabe derretida,,
Cruzase en mi intento la resolana tendida
Sobre el horizonte de la mar dormida,
Calma, silenciosa; No hay brisa, el calor agota.
Una vez más, la vista arriba para ver la tarde adormecida,
Enceguecedores hilos de sol caen a la tierra sin compasión,
chocan violentos contra árboles, agua, espejos, tierra, cemento
Dañando la piel dormida de tanto sufrimiento.
Insisto en alzar la mirada que divaga atrapada en rejas de tristeza,
mientras cae la tarde y el calor se aleja.