No pueden ser aves los pensamientos,
ni tampoco sol los relámpagos
de un sentimiento
y perderse en las nubes del mar
para flotar un momento,
parecen solo eso entender
los náufragos de este verso.
Aleteando apenas y lo alcanzan,
intentando con los rayos
de golpe de estruendo
gritar un silencio blanco entre notas,
sabiendo a sal el néctar de agrio pecho
y el afán de volverlo a intentar.
Capricho de olas que quieren
en la arena galopar sabiendo
que a arrastras las devolverá
en forma de espuma el regreso.