En el fondo oscuro
de tus ojos verdes
Veo caracolas marinas
de esquinas rotas,
teñidas de lapislázuli.
Las encontraste en cavernas
que un día fueron valles
poblados de otras vidas.
Después,
tormentas y aguaceros
rompieron las botellas
con sus mensajes dentro.
Y se perdieron,
pero no creas que lloré.
Hice con ellos
pespuntes para pañuelos
que nunca me pondré.