De tu dulce boca siempre salieron avivamientos de apacible quietud y tranquilidad que aunque no los veía,
claramente percibía,
calmaba la marea de mi sed,
mis penas que apenas latía,
haciendo de este hermosa y terrible odisea un poema ineludible y a la vez preferible,
para el que lo valora y sepa entender;
pues,
esto no es mas ni menos expresivo que la inmensa gratitud hacia tu persona que puedo ofrecer;
ya que plasmas y trasnformas en deleites postres para acariciarlas en pequeñas cucharadas,
disfrutando al pasar un momento por tu puerta y pidiendote un permiso por un ratito\":
escucharte, saludar y aprovechar, \"nose yó\";
conmemorarte este día en mi espacio, pequeño pero tu corazón bien grande,que aunque no sea el final de una novela desearte como si fuera las bodas de seda,de lino o de perlas:
DICIENDOTE GRACIAS
¡no para siempre sino infinitamente!