Cuando el verde del paisaje
sedimenta en la mirada
vuela el alma enamorada
vestida de tul y encaje.
Vaporoso surca el traje
densas nubes de algodones
ondulando mil razones
con palabras danzarinas,
se humedecen la retinas
en celaje de emociones.
Cuando se impregna el olfato
de ese tibio olor salobre
que despide un cielo cobre
refulgente en desacato;
gesta libre de recato
su clamor más prominente
y palpita un continente
de belleza exuberante,
con aroma penetrante
fluye altivo en ascendente.
Cuando sutil la llovizna
afora la piel de amores
despercude los errores
tallando pasada tizna.
Del alma nítida brizna
entramada de ilusiones
se abrillanta en claros dones
afluentes de humanidad,
emergiendo la equidad
que renueva corazones.
En obra tan majestuosa
cada detalle es belleza
de generosa riqueza
el horizonte rebosa.
Esta igualdad luminosa
tal armonía desprende
que al sentimiento sorprende
en comunión natural,
dando avenencia plural
al instante que en trasciende.
Con el corazón imbuido
en verdades que presiente
regurgita en el presente
la razón de su latido;
reflexivo y comedido
rumiando el tiempo pasado
constata el deber sagrado
de un vivir que es generoso,
palpitando jubiloso
con sentir esperanzado.
Cuando el paisaje despierta
el latir de la consciencia
guarda el alma reverencia
tórnase la mente abierta
y en el existir se alerta
esa esencia natural,
que abarca lo general
sin distingos u omisiones
y en espléndidas visiones
prodiga un amor plural.
Un aroma de igualdad
unifica al continente
que amanece floreciente
con renuevos de hermandad;
melodía de equidad
canta América latina
anunciando se avecina
el amanecer glorioso,
del despertar jubiloso
desde el norte hasta Argentina.
Se avecina ya el momento
de este pueblo legendario
en que siendo solidario
ponga fin al sufrimiento;
bajo un mismo pensamiento
de igualdad para su gente
se libera un continente
que se yergue majestuoso
y con coraje juicioso
mira al futuro de frente.
Cuando los pueblos unidos
por deseos libertarios
como hermanos solidarios
alcen sus pechos henchidos
y levanten aguerridos
sus clamores fraternales,
sus raíces parentales
sabrán trazar su camino
transformando el desatino
en libertades reales.
Cuando el verde del paisaje
sedimenta en la mirada
marcha el alma entusiasmada
esculcando en el celaje;
su más íntimo bagaje
palpitante en sensaciones
brota en ciento de emociones
irradiando al continente,
con un aura iridiscente
que enaltece las pasiones.