nelida anderson parini

PASIONES COMUNES.

Cuando el verde del paisaje

sedimenta en la mirada

vuela el alma enamorada

vestida de tul y encaje.

Vaporoso surca el traje

densas nubes de algodones

ondulando mil razones

con palabras danzarinas,

se humedecen la retinas

en celaje de emociones.

 

Cuando se impregna el olfato

de ese tibio olor salobre

que despide un cielo cobre

refulgente en desacato;

gesta libre de recato

su clamor más prominente

y palpita un continente

de belleza exuberante,

con aroma penetrante

fluye altivo en ascendente.

 

Cuando sutil la llovizna

afora la piel de amores

despercude los errores

tallando pasada tizna.

Del alma nítida brizna

entramada de ilusiones

se abrillanta en claros dones

afluentes de humanidad,

emergiendo la equidad

que renueva corazones.

 

En obra tan majestuosa

cada detalle es belleza

de generosa riqueza

el horizonte rebosa.

Esta igualdad luminosa

tal armonía desprende

que al sentimiento sorprende

en comunión natural,

dando avenencia plural

al instante que en trasciende.

 

Con el corazón imbuido

en verdades que presiente

regurgita en el presente

la razón de su latido;

reflexivo y comedido

rumiando el tiempo pasado

constata el deber sagrado

de un vivir que es generoso,

palpitando jubiloso

con sentir esperanzado.

 

Cuando el paisaje despierta

el latir de la consciencia

guarda el alma reverencia

tórnase la mente abierta

y en el existir  se alerta

esa esencia natural,

que abarca lo general

sin distingos u omisiones

y en espléndidas visiones

prodiga un amor plural.

 

Un aroma de igualdad

unifica al continente

que amanece floreciente

 con renuevos de hermandad;

melodía de equidad

canta América latina

anunciando se avecina

el amanecer glorioso,

del despertar jubiloso

desde el norte hasta Argentina.

 

Se avecina ya el momento

de este pueblo legendario

en que siendo solidario

ponga fin al sufrimiento;

bajo un mismo pensamiento

de igualdad para su gente

se libera un continente

que se yergue majestuoso

y con coraje juicioso

mira al futuro de frente.

 

Cuando los pueblos unidos

por deseos libertarios

como hermanos solidarios

alcen sus pechos henchidos

y levanten aguerridos

sus clamores fraternales,

sus raíces parentales

sabrán trazar  su camino

transformando el desatino

en libertades reales.

 

Cuando el verde del paisaje

sedimenta en la mirada

marcha el alma entusiasmada

esculcando en el celaje;

su más íntimo bagaje

palpitante en sensaciones

brota en ciento de emociones

irradiando al continente,

con un aura iridiscente

que enaltece las pasiones.